
La deforestación y el cambio climático amenazan la biodiversidad de Colombia, un país que alberga algunas de las riquezas naturales más importantes del planeta. Frente a esta realidad, BIOFIX BIC está implementando proyectos REDD+ que protegen más de 2 millones 100 mil hectáreas de ecosistemas boscosos, beneficiando directamente a comunidades indígenas y afrodescendientes en áreas de alto valor ambiental ubicadas en áreas clave de la Amazonía, Orinoquía y el Pacífico colombiano.
Proyectos como COCOMAN FRONTERA, DELFINES CUPICA y NAYA han preservado miles de hectáreas, protegiendo el territorio ancestral y cultural de pueblos afrocolombianos del pacífico, los cuales durante muchos años han convivido con sus bosques, siendo defensores de sus tradiciones y medios de vida sostenibles, a pesar de los motores de trasformación que han llegado a sus territorios y que son un factor permanente que amenaza sus formas de vida.
Los proyectos de financiación climática como los REDD+ generan créditos de carbono que han sido una oportunidad para muchas de estas comunidades de implementar parte de sus planes étnico-culturales, que cubren parte de las necesidades básicas insatisfechas, que durante muchos años no se han podido atender, y que ellos hoy en día mediante el fortalecimiento de su gobernanza y capacidad técnica, están aportando en el cambio social y ambiental en el territorio.
BIOFIX ofrece a las empresas la oportunidad de adquirir estos créditos, que no solo permiten cumplir con compromisos de reducción de emisiones, sino también contribuyen directamente a la conservación de la biodiversidad y al bienestar de comunidades indígenas y afrodescendientes. Para muchas empresas, invertir en estos créditos de carbono significa no solo asumir una responsabilidad ambiental, sino también apoyar un cambio positivo para las comunidades que históricamente han sido protectoras de estos ecosistemas.
Los proyectos de BIOFIX han tenido un impacto profundo en las comunidades locales. Más allá de la conservación ambiental, han generado recursos para mejorar infraestructura, salud, educación y oportunidades económicas sostenibles. Al reinvertir los ingresos de los créditos de carbono en estos aspectos, la empresa promueve la autonomía y el desarrollo local, mejorando la calidad de vida de quienes habitan y protegen estos territorios.