La violencia contra la niñez y las mujeres es violencia estructural que nos atraviesa como sociedad, sin distinción de culturas ni territorios

Bogotá, D.C., 30 de mayo de 2024 (@Defensoriacol). “Lo que ha ocurrido con la niña indígena del Pueblo Emberá, en Risaralda, que fue víctima de violencia física y difundido en redes sociales, no es solo un caso aislado ni un hecho excepcional: es la manifestación de una violencia estructural y sistemática que atraviesa la niñez y las mujeres en todas las culturas, en todos los territorios y en toda la sociedad. Es violencia contra la niñez y contra las mujeres”, expresó la Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz.

Desde la Defensoría del Pueblo, se ha realizado un seguimiento riguroso al caso. En comunicación con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), se ha confirmado que la niña se encuentra en condición estable, sin fracturas internas y está recibiendo atención especializada. Es importante aclarar que, según la información recabada, la agresión se produjo en su entorno familiar y no en el marco de la justicia propia o por parte de las autoridades tradicionales del Pueblo Emberá.

“Esto no mitiga la gravedad del hecho ni debe servir como excusa para justificar o minimizar lo ocurrido. Este hecho nos obliga a ser claras. La autonomía y la administración de justicia propia de los pueblos indígenas no pueden ser utilizados para amparar violaciones a los derechos fundamentales de las niñas, los niños y los adolescentes. Ninguna tradición, costumbre o práctica cultural puede estar por encima del interés superior de la niñez”, enfatizó Marín Ortiz.

La Defensoría del Pueblo hace un llamado vehemente a la sociedad y a las instituciones a no instrumentalizar este doloroso suceso para justificar la discriminación y el racismo. La violencia contra la niñez y las mujeres es un fenómeno generalizado y alarmante en Colombia, que no es exclusivo de un solo contexto cultural o social.

Las cifras respaldan esta preocupante realidad. Según datos del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses, entre 2019 y 2024, se registraron 115.374 exámenes medicolegales por presuntos delitos contra niños, niñas y adolescentes. De estas víctimas, el 42% tenían entre 10 y 13 años y un 13% pertenecían a comunidades étnicas. Los datos revelan además que en la mitad de los casos el agresor fue un familiar y en el 78% la agresión ocurrió en el hogar.

Adicionalmente, en el mismo periodo, se practicaron 42.685 valoraciones por violencia intrafamiliar contra personas menores de edad, de las cuales las niñas y las adolescentes mujeres representaron el 52% de los casos. Un 11% de las víctimas de esta forma de violencia pertenecían a grupos étnicos.

“Debemos rechazar de manera contundente los discursos racistas, de discriminación étnica, clasistas y colonialistas que han circulado en las redes sociales y que utilizan este dolor para despreciar y deshumanizar a todo un pueblo, a una comunidad étnica. No se puede luchar contra el machismo y la violencia de género desde el racismo. No se puede proteger a una niña violentada desprestigiando a la cultura a la que pertenece”, concluyó la Defensora.