Alertas de incendios forestales revelan afectaciones en Sierra de La Macarena y reserva Nukak

Bogotá, D, C. 3 de julio de 2025 (@Defensoriacol). Por sus grandes extensiones en bosque primario y sus límites con la frontera agrícola y ganadera, Guaviare es uno de los departamentos de Colombia que sufre mayor presión por los cambios en el uso del suelo y los procesos de deforestación, una situación aún más apremiante dada su ubicación en zona limítrofe con áreas de reserva natural y resguardos indígenas.

Así lo confirman análisis de profesionales de la Defensoría del Pueblo basados en el Modelo de Matt Hansen en la Universidad de Maryland (Estados Unidos), un protocolo de Inteligencia Artificial que desde 2012, a partir de imágenes de satélite, ha permitido detectar focos de deforestación en todo el planeta.

(Figura 2. Los polígonos con diagonales en negro muestran los límites de los resguardos indígenas, los tonos naranjas señalan procesos de deforestación ocurridos desde 2001 hasta 2024).

Según el modelo de Hansen y colaboradores, la deforestación en Guaviare en todas las clases de bosque entre 2001 y 2015 se movía en un rango entre 5000 y 20,000 hectáreas. Sin embargo, después de 2016 la deforestación aumentó alcanzando máximos de 45,000 hectáreas en 2018.  Después de estos máximos la deforestación disminuyó hasta 17,000 hectáreas en 2023 y presentó un repunte hasta las 20,000 hectáreas en 2024.

Reportes más recientes de incendios en cobertura boscosa, con fecha de detección entre el 1 de enero hasta el 16 de junio de 2025, señalan incendios activos localizados especialmente en bosques primarios de Calamar y San José del Guaviare, llegando a áreas de reserva como la Sierra de la Macarena y la Reserva Nacional Natural Nukak.

Estos incendios forestales, que al parecer siguen un patrón y unas rutas marcadas por las dinámicas de las economías ilícitas, tienen consecuencias devastadoras no solo para la biodiversidad y el entorno natural de la región, sino para el territorio ancestral y la supervivencia cultural de los pueblos indígenas, generando procesos de desplazamiento forzado y crisis humanitaria.

Aunque los informes sobre incendios forestales asociados a procesos de deforestación suelen tener aparición anual, la Defensoría del Pueblo y de la Naturaleza actualmente trabaja en la emisión de reportes más frecuentes e inmediatos, buscando que sean insumos para la emisión de alertas oportunas en casos de violación de los derechos humanos ambientales en todo el territorio nacional, y de la propia Amazonia como sujeto de derechos.