La senadora del Centro Democrático, Nohora Tovar Rey radicó este martes 7 de marzo una constancia en el senado, en la cual manifestó que mientras los integrantes de las Farc reciben beneficios diferenciales los colombianos de a pie siguen sufriendo la falta de atención del Gobierno de Juan Manuel Santos.
Mientras las Farc exigen pisos en porcelana, polideportivos, salas audiovisuales y aires acondicionados. Muy poco es lo que sabemos los colombianos de lo que está pasando al interior de las zonas veredales transitorias.
Mientras las Farc tienen la certeza de su amnistía, es decir, del perdón de todos sus crímenes, así como de su futuro laboral que tendrá condiciones superiores a las personas que siempre han cumplido el deber y la constitución, en las fuerzas militares hay frustración por el tratamiento que se les dará en el tribunal diseñado por la guerrilla.
Mientras el comunista Enrique Santiago redefine la constitución y lanza amenazas a las fuerzas militares, poco o nada se sabe sobre el número de miembros de la guerrilla y si sus milicias están o no concentradas. Me temo que no lo están.
Mientras nos notifican que inclusive las indemnizaciones a las víctimas por monto de un billón de pesos también serán amnistiadas, el país no sabe ni sabrá cuantas armas tienen las Farc ni cuantas entregarán.
Mientras el país está en alarma por los pésimos indicadores de confianza, descrédito, pesimismo y frustración, el Gobierno monta una constituyente disfrazada de “Fast Track” acabando la tradición jurídica y democrática de la nación.
Mientras los colombianos todos los días recibimos noticias de las gabelas económicas y jurídicas que reciben las Farc, los colombianos nos tenemos que conformar con la entrega de los menores a cuenta gotas, cuando esta debió ser la primera condición inaplazable para haber entablado un proceso que solo deja dudas y desconfianza a los colombianos.